HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula masculina ubicada en el tracto urinario inferior, que se encuentra justo debajo de la vejiga y rodea la uretra que forma parte de los órganos reproductores del hombre.

La glándula, junto con las vesículas seminales cercanas, produce gran parte del líquido que constituye la eyaculación (semen) de un hombre. La próstata tiene músculos lisos que ayudan a expulsar el semen durante la eyaculación.

Una próstata sana es aproximadamente del tamaño de una nuez grande y tiene un volumen de 15-25 mililitros (ml). La próstata crece lentamente a medida que los hombres envejecen.

¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata?

Las enfermedades de la próstata suelen estar asociadas con envejecimiento y pueden causar síntomas molestos en el tracto urinario inferior. Con frecuencia en los hombres mayores de 50 años, la próstata se agranda, estrecha la uretra y dificulta la salida de la orina (síntomas obstructivos o de vaciado).
La presión causada por la próstata agrandada también puede alterar el sistema de apertura y cierre de la vejiga y afectar a su control produciendo síntomas irritativos o de llenado Estos síntomas pueden ser causados por un agrandamiento de la próstata, una condición que se conoce como hiperplasia benigna de próstata (HBP).

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La HBP es una afección común constituyendo la enfermedad urológica más frecuente en el varón y está relacionado con los cambios hormonales que ocurren a medida que los hombres envejecen.

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El 40% de los hombres a partir de los 50 años y el 90% a partir de los 90 tienen HBP. A partir de los 50 años, los hombres también tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. El cáncer de próstata es una enfermedad mucho menos frecuente y no tiene relación con la HBP, aunque, como la HBP es tan frecuente, los varones con cáncer de próstata suelen tener además HBP. Como los síntomas iniciales de ambos procesos son similares, es necesario consultarlos con su urólogo.

La HBP no es una enfermedad grave, aunque los síntomas pueden ser tan molestos que pueden afectar a la calidad de vida de la persona que la sufre o complicarse con infección o retención urinaria.

No todos los síntomas urinarios de las personas mayores están necesariamente relacionados con la próstata. Pueden estar causados por otros procesos como el síndrome de vejiga hiperactiva, la baja actividad del esfínter (válvula) o la poliuria nocturna del riñón.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del agrandamiento de la glándula prostática son los siguientes:

  • Envejecimiento. Es poco frecuente que el agrandamiento de la glándula prostática cause signos y síntomas en hombres menores de 40 años. Aproximadamente un tercio de los hombres experimentan síntomas de moderados a intensos a los 60 años, y aproximadamente la mitad lo hacen a los 80 años.

  • Antecedentes familiares. Tener un pariente cosanguíneo, como un padre o un hermano, con problemas de próstata significa que es más probable que tengas problemas.
  • Estilo de vida. La obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna, mientras que el ejercicio puede reducirlo.

Síntomas y complicaciones

La hiperplasia benigna de próstata se manifiesta  con los llamados síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Estos síntomas se dividen en dos grupos.

Síntomas de vaciado

  • Chorro de orina débil, flojo.
  • Micción con vaciado lento. Dificultad para iniciar el chorro de orina. Al paciente le cuesta comenzar a orinar.
  • Micción en regadera, el chorro no es fino, se abre e inevitablemente mancha la tapa del inodoro.
  • Micción entrecortada. El paciente inicia la micción y para, comenzando de nuevo y entrecortando una o varias veces.
  • Sensación de vaciado incompleto de la vejiga, que todavía tienes que orinar más a pesar de haberlo hecho ya.

  • Esfuerzo miccional o estranguria. El paciente realiza fuerza para iniciar la micción, acortar el tiempo o ayudar para poder finalizar el proceso miccional.
  • Aumento del goteo terminal. El final de la micción se convierte en un goteo continuo, como un grifo mal cerrado.

Síntomas de llenado irritativos

  • Necesidad de orinar con mayor frecuencia (polaquiuria). Es posible que deba levantarse varias veces por la noche para ir al baño (nicturia).
  • Necesidad urgente de orinar (urgencia miccional).
  • Incontinencia de orina. Unas veces porque no llega a tiempo, otras por rebosamiento.
  • Nocturia. Comienza a levantarse por la noche a orinar, cada vez más veces, perdiendo calidad del sueño y por tanto de vida. Suele constituir uno de los síntomas más molestos limitando la calidad de vida.

Los signos y síntomas menos frecuentes comprenden:

  • Infección de las vías urinarias
  • Imposibilidad de orinar
  • Sangre en la orina.

La intensidad de estos síntomas puede ser muy variada. Algunas personas apenas se dan cuenta mientras a otras los problemas para orinar le limitan mucho en sus actividades habituales. En las pacientes con HBP, la gravedad de los síntomas varía, pero tienden a empeorar gradualmente con el tiempo. El tamaño de la próstata no determina necesariamente la gravedad de los síntomas. Algunos hombres con agrandamiento leve de la próstata pueden tener síntomas importantes, en tanto que otros hombres con mayor agrandamiento de la próstata pueden tener solo síntomas leves.

Las complicaciones del agrandamiento de la próstata pueden comprender:

  • Incapacidad repentina para orinar (retención urinaria). Es posible que necesites que te inserten un tubo (sonda) en la vejiga para drenar la orina. Algunos hombres con agrandamiento de la próstata requieren una cirugía para aliviar la retención urinaria.
  • Infecciones urinarias. La incapacidad para vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo de infección en las vías urinarias. Si las infecciones en las vías urinarias se presentan con frecuencia, es posible que necesite cirugía para extraer parte de la próstata.
  • Hematuria. El crecimiento de la próstata puede provocar sangrado a través de la orina. La intensidad del mismo es variable desde un mínimo chorro hasta micción con coágulos. Cuando se produce el sangrado siempre debe descartarse un tumor vesical. Es importante acudir al urólogo cuando existe hematuria.

  • Cálculos en la vejiga. Estos generalmente se producen debido a la incapacidad de vaciar completamente la vejiga. Los cálculos en la vejiga pueden causar infección, irritación de la vejiga, sangre en la orina y obstrucción del flujo de orina.
  • Daño en la vejiga. Si la vejiga no se ha vaciado por completo, esto puede hacer que se estire y se debilite con el tiempo. Como consecuencia, la pared muscular de la vejiga ya no se contrae correctamente, y esto hace que sea más difícil vaciar completamente la vejiga.
  • Daño renal. La presión en la vejiga debido a la retención urinaria puede dañar directamente los riñones o permitir que las infecciones en la vejiga lleguen a los riñones.

Diagnóstico

Varias pruebas ayudan al urólogo a identificar el problema, descartar otros procesos con el fin de elegir el mejor tratamiento.

Historia médica

El urólogo debe de obtener un historial médico detallado y hacerle preguntas sobre sus síntomas, estilo de vida (ejercicio, tabaquismo, dieta), antecedentes médico quirúrgicos. Su medico también puede hacerle preguntas sobre su función eréctil. Puede ayudar a su médico preparándose para la consulta:

  • Describa sus síntomas actuales
  • Tenga en cuenta cuánto tiempo ha tenido los síntomas

El médico también puede pedirle que complete un cuestionario para comprender sus síntomas, con qué frecuencia ocurren y cuánto afectan su calidad de vida.

EXPLORACIÓN FÍSICA

Tacto rectal. Es la exploración urológica fundamental. Simple de realizar y rápida. El urólogo introduce un dedo enguantado en el recto y palpa la próstata. Es una prueba rutinaria en estos casos y permite palpar superficie posterior de la glándula prostática a través de la mucosa rectal.

Mediante esta maniobra puede valorarse el tamaño, la forma, la consistencia, la existencia de algún nódulo y la sensibilidad. Según el tamaño de la próstata podemos clasificar la próstata en diversos grados de HBP.

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ANALÍTICA

Es posible que su urólogo le realice un análisis de orina (a veces con una tira reactiva en la consulta) y otro de sangre. En éste puede que te busque conocer cómo está la función de tu riñón (mediante la creatinina) y que quiera valorar el PSA (antígeno prostático específico). En la HBP el PSA puede estar elevado, aunque también puede ser una señal de cáncer de próstata. Su urólogo le dirá cómo actuar.

PRUEBAS DE IMAGEN

También es posible que su urólogo le practique una ecografía con la finalidad de valorar el tamaño de la próstata y descartar algún otro problema. Valorar el tamaño de la próstata y estimar su volumen puede ayudar a escoger un tratamiento u otro.

Mediante la ecografía también se puede verificar cuanta orina queda en la vejiga después de orinar (Residuo Postmiccional).

OTRAS PRUEBAS

  • Flujometría. Es una prueba muy sencilla de realizar. El paciente tiene que orinar dentro de un recipiente que está conectado a una máquina que mide la fuerza y la cantidad de su flujo urinario. Esta medida puede orientar sobre la existencia de HBP y su gravedad así como ayudar a determinar si su afección mejora o empeora con el tiempo.
  • Cistoscopia. En algunos casos puede ser necesario ver la vejiga y la próstata desde dentro. Esto se realiza con un cistoscopio, que es un tubo delgado que se introduce en la vejiga a través de la uretra.

Tratamiento

Con frecuencia, el aumento del volumen de la próstata genera algunos problemas o incomodidades pudiendo limitar la calidad de vida. Dependiendo de los síntomas que genera, tamaño de la próstata y  también de las características de la persona que la padece se establecerá uno u otro tratamiento.

Su urólogo le explicará su afección, cómo se puede desarrollar y cómo puede ajustar su estilo de vida para reducir sus síntomas y afrontarlos. El urólogo observará de cerca su afección durante los meses o años siguientes y comenzará el tratamiento activo cuando sea necesario.

No siempre es necesario tomar pastillas u operarse. Si los síntomas no te interfieren en tus actividades habituales, no te desvelan y los llevas bien, quizás lo mejor sea no hacer otra cosa que vigilar la progresión del problema y un asesoramiento sobre estilo de vida y autocuidado.

  • Educar, tranquilizar, consejos acerca estilo de vida.
  • Disminuir ingesta líquidos a partir de cierta hora
  • Evitar o moderar consumo de alcohol y cafeína

  • Revisar la medicación y optimizar el horario de toma (diuréticos)
  • Tratamiento del estreñimiento

El  tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata menos invasivo consiste en prescribir medicación por vía oral.

Este tratamiento farmacológico se recomienda cuando los síntomas son molestos y afectan su calidad de vida. Existen diferentes fármacos que debe discutir con su médico. Juntos pueden decidir qué enfoque es mejor para usted.

Los factores que influyen en esta decisión incluyen:

  • Sus síntomas
  • Tamaño de su próstata
  • Su historial medico

Fármacos

  • Agonista beta-3
  • Alfabloqueantes
  • Inhibidores de la 5-alfa-reductasa (5ARI)
  • Antagonistas de los receptores muscarínicos / anticolinérgicos

  • Inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE5I)
  • Combinación de fármacos
  • Fitoterapia

Cada grupo de medicamentos actúa de manera diferente y puede tener diferentes resultados y efectos secundarios.

Tratamiento Quirúrgico de la HBP

Cuándo se debe operar la hiperplasia benigna de próstata:

  1. Cuando el paciente presenta síntomas de HBP moderados o graves que interfieren en su calidad de vida y planes cotidianos y éstos no mejoran con los tratamientos farmacológicos habituales deben de plantearse opciones de tratamiento quirúrgicas.
  2. Si el paciente no desea un tratamiento farmacológico y solicitan una intervención activa.
  3. Mala tolerancia al tratamiento farmacológico oral.
  4. Cuando la HBP presenta complicaciones como:

  • Aparecen signos en la ecografia vesico-prostática como son el aumento significativo del grosor de la vejiga, la aparición de divertículos en la vejiga o cálculos.

  • Insuficiencia renal. Dilatación de sus riñones
  • Incapacidad para orina. Episodio de retención urinaria
  • Infecciones urinarias recurrentes.
  • Hematuria recurrente. Episodios de sangrado en la orina de repetición que no ceden con tratamiento farmacológico.

Existen diferentes tipos de procedimientos quirúrgicos, pero todos tienen como objetivo aliviar los síntomas y mejorar el flujo de orina. Determinar cual de los procedimientos es el más adecuado para el paciente dependerá de distintos factores:

  • Tamaño prostático
  • Comorbilidad del paciente
  • Susceptibilidad anestésica
  • Preferencia del paciente

  • Aparecen signos en la ecografia vesico-prostática como son el aumento significativo del grosor de la vejiga, la aparición de divertículos en la vejiga o cálculos.

  • Aceptación efectos secundarios a la intervención quirúrgica
  • Disponibilidad de los equipos técnicos quirúrgicos en el centro
  • Como factor importante el dominio y experiencias de cada una de las técnicas por parte del urólogo.

Resección Transuretral de Próstata (RTU de próstata)

La RTUP es la cirugía estándar para la HBP. El objetivo es extirpar la parte de la próstata que causa los síntomas. El procedimiento se realiza a través de la uretra sin hacer una incisión en la parte inferior del abdomen.
El tamaño más prostático más adecuado para esta intervención oscila entre los 30cc y 60 cc.

Para la RTUp el paciente recibirá anestesia general o espinal. Una vez que está bajo anestesia, el médico usa un resectoscopio para acceder a la vejiga a través de la uretra. Este es un tipo de endoscopio con un asa bisturí que usa una corriente eléctrica de alta frecuencia para cortar el tejido de la próstata. El resectoscopio también tiene una cámara que le permite al médico ver una imagen de alta calidad de la próstata en un monitor de video. Durante el procedimiento, el médico extrae la parte agrandada de la próstata en pequeños trozos con el lazo de alambre.

Después de la operación, se coloca un catéter en la vejiga para drenar la orina. También se utiliza para lavar continuamente la vejiga y la uretra con una solución estéril para prevenir la formación de coágulos de sangre. Necesitará el catéter durante 1 a 3 días hasta que la uretra sane y pueda orinar por su cuenta.

ENUCLEACION LÁSER DE LA PRÓSTATA (HOLMIUM) – ZARRA

ADENOMECTOMÍA ABIERTA

La prostatectomía abierta es una opción de tratamiento para pacientes con próstata de gran volumen (mayor de 80cc). Mediante una incisión abdominal infraumbilical se extirpa el adenoma prostático causante de la obstrucción vesical. El paciente deberá llevar sonda vesical de 5-6 días y la estancia hospitalaria es más prolongada.
Debido al avance de las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas el numero de pacientes intervenido mediante esta técnica es cada vez menor.

ADENOMECTOMÍA LAPAROSCÓPICA / ROBÓTICA

La adenomectomía, mediante el abordaje laparoscópico puro o asistido por robot Da Vinci®, nos ofrece la posibilidad de tratar a los pacientes que sufren hiperplasia próstatica y son próstatas que, por su excesivo volumen, no sean candidatos apropiados a otras técnicas transuretrales.

Se realiza con anestesia general y abordaje laparoscópico 3D, por lo que la precisión es alta, con una serie de ventajas sobre otro procedimientos más invasivos:

  • Menor sangrado. Permite una cauterización exacta de los vasos consiguiendo una mejor visión con una una enucleación del adenoma precisa.
  • Menor tasa de trasfusiones.
  • Menor riesgo de estenosis de uretra, ya que esta no es manipulada durante el procedimiento.

  • Menor riesgo de incontinencia.
  • Resolución de patologías asociadas como litiasis vesicales, divertículos,… Menor riesgo de infección de la herida quirúrgica.
  • Menos dolor postoperatorio y un ingreso más corto que con cirugía abierta convencional (2-3 días)

Al retirar la sonda vesical tras unos 4 días, el paciente realizará una micción con un vaciado no obstructivo.

En SutURO se aplican sistemáticamente técnicas mínimamente invasivas que, adaptadas a las características de la próstata de cada paciente y a sus preferencias, que minimizan las complicaciones y aceleran la recuperación postoperatoria.

Se obtienen los mismos resultados funcionales que con la cirugía abierta, pero con un menor sangrado, mejor visualización del campo quirúrgico, menos infecciones postoperatorias y menor tiempo de estancia hospitalaria.

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