Los riñones son dos órganos esenciales para nuestra salud, ubicados en la parte posterior de la cavidad abdominal, que desempeñan un papel vital en el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Aunque muchas personas asocian los riñones únicamente con la producción de orina, su función es mucho más compleja y fundamental para el mantenimiento de la homeostasis (el equilibrio interno) de nuestro organismo.
El proceso de filtración sanguínea: Un trabajo constante
Uno de los procesos más impresionantes que realizan los riñones es la filtración constante de nuestra sangre. Cada día, los riñones filtran aproximadamente entre 120 y 150 litros de sangre, un proceso que se repite varias veces a lo largo del día. Este filtrado no solo elimina desechos y toxinas, sino que también regula el equilibrio de líquidos, sales y electrolitos, factores cruciales para que nuestros órganos y tejidos funcionen correctamente.
Los riñones están formados por millones de pequeñas unidades funcionales llamadas nefronas, que son las encargadas de purificar la sangre. Alrededor de 120 a 150 litros de sangre pasan por ellos diariamente. A través de este proceso, los riñones eliminan desechos y toxinas, regulan el equilibrio de líquidos, y mantienen estables los niveles de electrolitos como el sodio y el potasio. Para hacerlo, la sangre pasa por una serie de filtros microscópicos llamados glomérulos, que separan lo útil de lo que no lo es. Lo útil se reabsorbe y lo que no sirve se convierte en orina, que luego es eliminada.
Además de esta función de filtrado, los riñones tienen otras responsabilidades importantes, como la regulación de la presión arterial y la producción de hormonas. Por ejemplo, liberan renina, que ayuda a mantener la presión sanguínea estable, y producen eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos. Además, son fundamentales para el metabolismo de la vitamina D, que favorece la absorción de calcio en los huesos.
Factores que afectan la salud renal y cómo prevenir el daño
A pesar de que los riñones son altamente eficientes, pueden verse afectados por factores como la deshidratación, el exceso de sal o el consumo elevado de alcohol. Incluso enfermedades como la diabetes pueden dañarlos de manera progresiva si no se controlan. Por eso, cuidar de ellos es clave para mantener nuestra salud a largo plazo.
Mantener una hidratación adecuada, llevar una dieta equilibrada, controlar la presión arterial y evitar el consumo excesivo de sustancias dañinas son pasos fundamentales para asegurar que tus riñones sigan funcionando a su máxima capacidad.
En SUTURO, cuidar de tus riñones es uno de nuestros fuertes, por ello, si tienes dudas o alguna preocupación sobre tu salud renal no esperes para visitarnos.