ROBOT DA VINCI

Historia

El primer sistema robótico utilizable en el quirófano fue desarrollado por Intuitive Surgical incorporando tecnología diseñada por ingenieros de la NASA. Le llamaron da Vinci en honor al científico italiano que ya en el año 1400 ideó una máquina automática.

En el año 2000, el robot da Vinci se convirtió en el primer sistema certificado por la FDA para realizar cirugía robótica en cirugía general, urológica, torácica, cardíaca, vascular, ginecológica y otorrinolaringológica. Desde entonces no ha dejado de incorporar mejoras en las sucesivas generaciones, siendo el actual el Da Vinci Xi, la cuarta generación que incorpora evoluciones que suponen un salto cualitativo muy importante respecto a las versiones previas. En el mundo hay actualmente instalados 5.500 sistemas da Vinci de los que 3.000 se encuentran en EEUU y casi 1.000 en Europa. En 2019 se realizaron 1,2 millones de nuevas operaciones en el mundo.

Evolución

A inicios del presente siglo se produce una revolución en el campo de la cirugía con el desarrollo de la “cirugía mínimamente invasivas”. La c.m.i. lo que permitió fue poder realizar las mismas cirugías que se realizaban de modo “abierto” (con grandes incisiones), pero sin necesidad de abrir al paciente sólo a través de pequeños orificios (3 -10 mm).

El impacto positivo que produjo en la cirugía se equipara en la actualidad a los 2 grandes hitos que revolucionaron la cirugía en su momento: la anestesia y la asepsia o desinfección. Por ello también se conoce a la c.m.i. como la 3ª Revolución Quirúrgica.
En su etapa inicial se desarrolla la laparoscopia en campos como la Ginecología, Cirugía General. Esta fase inicial ocupó un largo periodo de tiempo debido a la dificultad que entrañaba el poder realizar las cirugías de este modo. Esto se debía a factores como la falta de experiencia, tecnología poco evolucionada y la falta de apoyo de las instituciones entre otras.

La Urología aunque empieza un poco más tarde, su implantación fue mucho más rápida y amplia, de tal modo que en la actualidad todos los procedimientos Urológicos pueden realizarse de modo laparoscópico. En una segunda etapa comienza el desarrollo de la cirugía robótica, 1999. Los sistemas robóticos están orientados a facilitar la labor del cirujano.

La sofisticación tanto en los sistemas de imagen como en el diseño de los instrumentos permiten al cirujano poder realizar intervenciones de máxima precisión. La robótica permitió no sólo aumentar la calidad de las cirugías sino también poder ampliar las indicaciones a otras enfermedades. En la actualidad representa la máxima expresión de la cirugía mínimamente invasiva y por lo tanto la cirugía más avanzada.

El sistema robótico Da Vinci

  • CONSOLA QUIRÚRGICA: es el centro de control desde donde el urólogo dirige la intervención. Cuenta con una cámara de alta definición 3D con una ampliación de hasta 10 veces lo que permite al cirujano trabajar con la máxima precisión. Así, cada movimiento se traduce fielmente a las pinzas de los brazos robóticos permitiendo llegar a zonas de difícil acceso.
  • CARRO DEL PACIENTE: es el componente operativo del sistema da Vinci y se compone de cuatro brazos articulados móviles e intercambiables unidos a una columna que son controlados por el urólogo desde la consola.
  • TORRE DE VISIÓN: permite ver a todo el equipo médico que se encuentra en el quirófano lo mismo que ve el urólogo en la consola. Está compuesta por un monitor táctil que elabora y procesa la imagen.

 

La calidad Da Vinci

Las plataformas robóticas Da Vinci están orientadas a lograr la máxima calidad quirúrgica. Sus componentes han sido desarrollados bajo los mayores estándares de seguridad y precisión.

  • Visión:
    • Aumentada en 12 veces: mejor detalle durante la cirugía
    • 3D: mayor precisión que la visión 2D
    • Fija: no existe temblor, mayor estabilidad, menor fatiga para el cirujano
    • Autonomía: El propio cirujano dirige la cámara (no el asistente).
  • Instrumentos:
    • Tamaño reducido: “microcirugía”: precisión
    • Movimiento de 360°, sobre 7 ejes (superior a la mano humana)
    • Longitud: acceder a cualquier campo por muy profundo que sea.
    • Diseño variado que se ajusta a cada tipo de cirugía.
  • Tecnologías:
    • Selladores de vasos: minimiza el sangrado
    • Inmunofluorescencia: identificar vasos sanguíneos, linfáticos…
    • Suturas mecánicas: para cierre de intestino, grandes vasos…
  • Ergonomía:
    • El cirujano opera sentado en una consola
    • Reduce la fatiga sobre todo en cirugías de larga duración
    • Aumenta el nivel de concentración durante toda la cirugía

¿Cómo funciona Da Vinci?

Los cirujanos que utilizan la tecnología da Vinci pueden realizar una cirugía a través de unas pequeñas incisiones (8 mm). Durante la cirugía, su cirujano se sienta en una consola junto a usted y opera con instrumentos diminutos. El sistema da Vinci traduce cada movimiento de la mano que hace su cirujano en tiempo real para doblar y rotar los instrumentos con precisión. Los diminutos instrumentos de muñeca se mueven como una mano humana, pero con una mayor amplitud de movimiento.

Una cámara proporciona una vista ampliada en 3D de alta definición dentro de su cuerpo. La magnificación de la imagen permite al cirujano apreciar con mayor detalle el tejido corporal sobre el que actúa aumentando la eficacia y reduciendo las secuelas. Su cirujano puede utilizar imágenes de fluorescencia de Firefly, que ofrecen visualización más allá del ojo humano activando el tinte inyectado para iluminar y mostrar claramente los vasos sanguíneos.

¿Qué aporta el sistema robótico de Da Vinci?

  • Visión 3 dimensiones: mayor precisión durante toda la cirugía
  • Visión aumentada x12: magnifica la imagen, permite apreciar con mayor detalle en todos los tejidos corporales
  • Imagen fija: al no existir temblor (a diferencia de la laparoscopia), la imagen es estática con lo que la calidad de la visión es exacta y reduce la fatiga del cirujano aumentando su nivel de concentración
  • Instrumentos de mayor longitud: permite al cirujano acceder a cualquier parte del cuerpo por muy profundo que sea el campo operatorio.
  • Instrumentos con rotación de 360, el cirujano tiene más libertad de movimientos incrementando las posibilidades de disección y sutura durante la cirugía.
  • Instrumentos miniaturizados: incrementa de modo muy significativo cada paso de la cirugía, aumentando la precisión de cada corte y reduciendo los daños de los tejidos sanos.
  • Ergonomía (comodidad del cirujano): el cirujano opera sentado en una consola, lo cual aumenta la comodidad, reduce de modo importante la fatiga y esto se traduce en una mayor concentración  durante toda la cirugía.

¿Por qué la cirugía robótica Da Vinci?

Los beneficios de la cirugía robótica Da Vinci son derivados de dos grandes aspectos: máxima precisión y mínima agresividad.

  • Máxima precisión:
    • Mayor tasa de curación en cirugías oncológicas (cáncer de próstata, riñón…)
    • Mejores resultados en cirugías de reconstrucción (neovejigas en el cáncer vesical, cirugía conservadora renal en el cáncer de riñón…)
    • Óptimos resultados en cirugías reparadoras (suelo pélvico en mujeres, liberación nervio pudendo…)
    • Mayor posibilidad de preservación de órganos (por ejemplo de conservar el riñón en tumores renales)
    • Mejores resultados funcionales: preservación de continencia urinaria y potencia sexual en el cáncer de próstata.
    • Menores efectos secundarios de la cirugía.
  • Mínima agresividad:
    • Menor reacción inflamatoria del organismo. Este es un aspecto muy relevante ya que la menor inflamación que se desencadena reduce las repercusiones sobre otros órganos, disminuyendo las complicaciones y facilitando el proceso de recuperación tras la cirugía
    • Sistema inmunitario: la agresividad quirúrgica altera el sistema inmunitario aumentando el riesgo de infecciones en ocasiones graves en el posoperatorio. La cirugía robótica al presentar una mínima agresividad, permite mantener un sistema inmunitario preparado para evitar las infecciones postoperatorias. Un aspecto muy importante de preservar la inmunidad es el importante papel que desempeña en la lucha contra el cáncer. Esta es otra de las importantes ventajas de la robótica en el tratamiento de las enfermedades oncológicas.

Indicaciones

Los sistemas quirúrgicos Da Vinci están autorizados por las agencias reguladoras (FDA, EMA) aplicables para su uso en varios procedimientos diferentes. La cirugía mínimamente invasiva con da Vinci se usa ampliamente en procedimientos de Urología y ginecología, cirugía general, cirugía torácica. Recientemente también en Otorrinolaringología.

En el ámbito de la Urología, actualmente la cirugía robótica se considera la mejor opción en el tratamiento de diferentes patologías. Destacando:

  • Próstata: Cáncer de próstata, adenoma prostático > 80 cc.
  • Riñón: Nefrectomía parcial, nefrectomía total, pieloplastia.
  • Vejiga: cistectomía radical, reconstrucción de neovejiga.
  • Suelo pélvico: prolapsos órganos pélvicos, patología nervio pudendo.

Interacción robot y cirujano

El término «robótico» a menudo confunde a la gente. Los robots no realizan cirugías. El cirujano realiza la cirugía con Da Vinci utilizando instrumentos que guía a través de una consola. El sistema da Vinci traduce los movimientos de la mano de su cirujano en la consola en tiempo real, doblando y rotando los instrumentos mientras realiza el procedimiento. Los diminutos instrumentos de muñeca se mueven como una mano humana, pero con una mayor amplitud de movimiento.

La experiencia del cirujano es clave para obtener los mejores resultados de la cirugía robótica. Asegúrese de hablar con su cirujano sobre los resultados quirúrgicos que obtiene al usar el sistema da Vinci, ya que la experiencia de cada cirujano es diferente.

¿Qué esperar de la cirugía robótica Da Vinci?

“Recuperar mi estado de salud”

Superar la enfermedad y recuperar el nivel de salud previo. Además que este proceso de recuperación se produzca con las menores repercusiones o secuelas posibles y en el periodo más corto de tiempo. La cirugía Robótica Da Vinci es en la actualidad el método más preciso de intervención, permite lograr la cirugía de mayor calidad en la actualidad.

En SUTURO contamos con dos robots de última generación Da Vinci XI (Vigo, Sevilla). Realizamos cirugía robótica desde el año 2015 y abordamos todas las patologías urológicas que puedan realizarse mediante cirugía robótica. Nuestra experiencia (más de 500 cirugías robóticas) y resultados nos avalan como grupo de referencia en la cirugía robótica en la medicina privada nacional.

Adenomectomía prostática robótica

¿Qué es la adenomectomía prostática robótica?

La adenomectomía prostática robótica representa actualmente una alternativa de primera elección en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata en pacientes con volúmenes prostáticos superiores a 80 cc.

¿Cómo se diagnostica?

Historia clínica: dirigida por parte de su urólogo. El cuestionario IPSS nos permite valorar los síntomas y su gravedad.

En base al resultado del test podemos clasificar la severidad de los síntomas en:

  • Levemente sintomáticos: 0-7 puntos
  • Moderadamente sintomáticos: 8-19 puntos
  • Severamente sintomáticos: 20-35 puntos
    • PSA: es un marcador que se emplea para descartar la posibilidad de existir un cáncer de próstata asociado. Se aconseja realizarlo a partir de los 50 años.
    • Ecografía: importante tanto para valorar el tamaño de la próstata como para descartar otras patologías.

Tratamiento

La adenomectomía prostática robótica suele ser generalmente un tratamiento escalonado de tal modo que se ajusta el tratamiento a factores como la edad, severidad de los síntomas, complicaciones asociadas y respuesta a cada escalón de tratamiento.

Las diferentes fases de tratamiento, serían:

  1. Vigilancia activa
  2. Tratamiento farmacológico
  3. Tratamiento quirúrgico

Técnicas que eliminan parcialmente la adenomectomía prostática:

  • Resección Transuretral de Próstata (RTUp).
  • Vaporización prostática (habitualmente con láser verde). </span

Técnicas que eliminan completamente el adenoma prostático:

  • Adenomectomía abierta/ laparoscópica/ robótica.
  • Enucleación con láser (láser Holmium= HOLEP).</span

Tratamiento quirúrgico

En lo referente a la cirugía de la adenomectomía prostática robótica, clásicamente se ha aceptado para el tratamiento de próstatas de escaso volumen (<80 cc) el tratamiento endoscópico mediante Resección Transuretral de Próstata(RTUp) y para el tratamiento de próstata grandes (> 80cc) la cirugía abierta (adenomectomía abierta). Gracias a la evolución tecnológica, han podido desarrollarse técnicas como la enucleación prostática con láser de Holmium (HOLEP) y la Adenomectomía robótica, procedimientos más precisos que permiten un mejor control del sangrado, disminuyendo así drásticamente el tiempo de ingreso hospitalario o el tiempo de permanencia de sonda urinaria.

Cistectomía radical robótica

El CV ocupa es el segundo tumor dentro del aparato urinario. Es el cuarto tumor en el hombre y el octavo en la mujer, siendo cuatro veces más frecuente en varones. Más del 80% de tienen edades entre los 50 y 80 años, aunque pueden aparecer a cualquier edad.

Cirugía

La cirugía es la base del tratamiento del carcinoma vesical. La extirpación completa del tumor es el tratamiento más eficaz para lograr la curación.

Cuando el tumor tiene un comportamiento agresivo (infiltrante, alto grado recurrente) la extirpación completa de la vejiga es el tratamiento de elección o gold-estándar.

El objetivo es la eliminación completa del tumor. Esto permite tasas de curación muy elevadas. Como en la mayoría de tumores el poder detectarlo precozmente en estadios iniciales, permite lograr la curación en la mayoría de los casos.

Cuando un paciente requiere una cistectomía radical, lo ideal es lograr 5 objetivos:

  • Eliminación completa del tumor con márgenes negativos
  • Evitar la recurrencia del tumor
  • Mantener la micción a través de la uretra creando una neovejiga y que esta sea continente (no pérdidas de orina)
  • Evitar complicaciones y el daño renal.
  • Preservar la función sexual.

Lograr los 5 objetivos señalados va a depender además de las características del tumor y del propio paciente; sobre todo de la experiencia del cirujano en cirugía cistectomía radical y en realizar una nueva vejiga a partir de intestino.

Representan cirugías de alta complejidad y con tasas de complicaciones a tener en cuenta.

Cistectomía radical

La cistectomía radical, ya sea laparoscópica o robótica, es la técnica quirúrgica indicada para el tratamiento del cáncer vesical infiltrante y de los tumores vesicales superficiales con mala respuesta al tratamiento conservador.

¿En qué consiste la cistectomía radical?

La cistectomía radical consiste en la extirpación completa de la vejiga, y de los ganglios linfáticos . Además, en los hombres se extirpa de forma conjunta la próstata y en las mujeres el útero y la cúpula vaginal.

¿En qué consiste la neovejiga?

Una vez extraída la vejiga, simultáneamente se precisa el empleo de intestino para reconstruir un conducto que permita recoger y expulsar la orina.

Lo ideal es la reconstrucción de una nueva vejiga habitualmente a partir de intestino delgado. Esto presenta importantes ventajas para el paciente ya que le permite seguir orinando a través de la uretra sin necesidad de portar una bolsa de urostomía para recoger la orina a través de un orificio en el abdomen.

No todos los pacientes son candidatos a poder realizar una neovejiga. En estos casos la alternativa es una urostomía para poder recoger la orina a través de un pequeño orificio en la pared abdominal. Consulte con su urólogo para valorar la mejor alternativa en su caso.

Dado que se trata de una cirugía de gran complejidad el sistema robótico aporta grandes ventajas haciendo posible la extirpación segura de la vejiga y el poder realizar una nueva vejiga intestinal.

Colposacropexia robótica

El Prolapso de órganos pélvicos es el descenso a través de la vagina de los órganos ubicados en la cavidad pélvica: cistocele (vejiga), rectocele (recto), colpocele (útero-cúpula vaginal), enterocele (intestino delgado).

Tratamiento

El tratamiento deberá ser personalizado para determinar cuál es la mejor opción en cada caso. Así deben tenerse en cuenta factores como: edad, síntomas asociados, tipo de prolapso, grado de prolapso, cirugías previas, tono vaginal, incontinencia urinaria asociada o no…

Generalmente se realiza un tratamiento escalonado y ajustado al grado de prolapso.

  • Prolapsos grado I y II se aconseja inicialmente realizar Rehabilitación del Suelo Pélvico.
  • En los grados III y IV la cirugía es la única opción que consigue corregir el prolapso.
  • La cirugía es el mejor tratamiento para la corrección de los prolapsos pélvicos a causa de la debilidad del suelo pélvico. Consigue la corrección definitiva del prolapso. Indicada en prolapsos grado II, III y IV.

Para lograr resultados definitivos y duraderos, es necesario la colocación de una malla que de soporte a la debilidad de la musculatura pélvica. Las técnicas sin colocación de malla logran tasas de curación bajas y generalmente poco duraderas. Existe un amplio consenso a nivel internacional que aconsejan la colocación de una malla para aumentar la tasa de éxitos.

Hoy en día, la colocación de mallas sólo está aconsejada por vía abdominal. La vía vaginal no se considera actualmente adecuada por la alta tasa de complicaciones (infección y extrusión de la malla, dolor vaginal, sangrado…)

La Colposacropexia Robótica o Laparoscópica es actualmente la técnica de elección para la corrección de los prolapsos de órganos pélvicos en mujeres.

Liberación robótica del nervio pudendo

La cirugía robótica representa actualmente el mejor abordaje quirúrgico para lograr la liberación del nervio en pacientes con Síndrome de Atrapamiento del Nervio Pudendo. El Nervio Pudendo se origina por la unión de 3 raíces vértebras sacras, tiene un largo recorrido a lo largo de la pelvis y se divide en 3 ramas que llegan al recto al periné y los genitales. Es el responsable de las sensaciones y la función de gran parte de la pelvis (recto, vejiga, próstata, perineo, vagina, genitales…)

Cirugía

En aquellos pacientes en los que se confirma la existencia de un atrapamiento del nervio, la liberación quirúrgica suele ser la única solución.

El objetivo de la cirugía es liberar el nervio del foco de atrapamiento. Esto se logra seleccionando un ligamento (sacroespinoso), de este modo el nervio y sus ramas dejan de estar comprimidas lo que permite que lentamente vayan recuperando su función.

Vía de abordaje

Para poder acceder a la zona del nervio se realizan abordajes posteriores (trans glúteo, perineal, isquiorrectal) que resultan agresivos ya que necesitaban seleccionar diferentes músculos, lo que provocan secuelas en ocasiones con dolor permanente.

Actualmente la Laparoscopia y la Robótica nos permite un abordaje anterior a través del abdomen, más directo, preciso y menos agresivo. Esto hace que sean procedimientos con una recuperación rápida, cómoda sin apenas dolor y con menos complicaciones. El ingreso hospitalario es de 24-48 horas.

Nefrectomía Parcial Robótica

El cáncer de riñón representa el 3% de todos los tumores malignos del adulto , siendo más frecuente en los países occidentales. Su incidencia está aumentando de forma progresiva en los últimos años debido, fundamentalmente, a la mayor realización de pruebas de imagen.

La nefrectomía parcial, ya sea laparoscópica o robótica, es la técnica quirúrgica indicada para el tratamiento de tumores renales iguales o menores de 7 cm. En casos seleccionados, se pueden realizar nefrectomías parciales incluso mayores a 7 cm.

¿En qué consiste?

La nefrectomía parcial permite extirpar el tumor y conservar el riñón. La tasa de curación es similar extirpando sólo el tumor que si se extrae todo el riñón. Sin embargo la conservación del riñón presenta grandes beneficios para el paciente, con menor riesgo de necesidad de diálisis, menor probabilidad de infartos cardíacos… De la misma forma, hay estudios que indican una mayor supervivencia global con la nefrectomía parcial que con la total.

Cirugía

La extirpación del tumor es el único tratamiento curativo en el carcinoma renal. La cirugía es el tratamiento de elección.

El objetivo es la eliminación completa del tumor. Esto permite tasas de curación muy elevadas. Como en la mayoría de tumores el poder detectarlo precozmente en estadios iniciales, permite lograr la curación en la mayoría de los casos.

Cuando un paciente con un carcinoma renal es sometido a una cirugía, lo ideal es lograr 3 objetivos:

  • Eliminación completa del tumor con márgenes negativos
  • Conservar el riñón
  • Evitar complicaciones operatorias y evitar el daño renal.

Lograr los 3 objetivos señalados va a depender además de las características del tumor, riñón y del propio paciente; sobre todo de la experiencia del cirujano en cirugía conservadora renal. El poder conservar el riñón representa uno de los mayores retos quirúrgicos para el urólogo.

Pieloplastia robótica

La cirugía robótica representa actualmente la técnica quirúrgica más precisa para el tratamiento de la estenosis de la unión pieloureteral renal.

La Estenosis pielouteral es una alteración en la unión del uréter con el riñón. Esto provoca una obstrucción en la salida de la orina del riñón, generando un incremento de la presión intrarrenal que puede conducir a la pérdida del riñón.

Cirugía

La cirugía es el único tratamiento válido para lograr corregir la estenosis.

Es recomendable la corrección precoz de la estenosis para evitar daños renales irreversibles. Consiste en extirpar el segmento ureteral. Esto permite que el riñón evacue adecuadamente la orina.

Actualmente las técnicas mínimamente invasivas como la robótica o la laparoscopia permiten mejorar los resultados de la cirugía abierta y sobre todo disminuir su agresividad. Por ello se consideran las mejores opciones para este tipo de patología.

Prostatectomía radical robótica

El cáncer de próstata representa el tumor más frecuentemente diagnosticado en los varones adultos en Europa y la segunda causa más común de muerte por cáncer entre los hombres europeos con más de 450.000 nuevos casos al año.

La mayoría de los cánceres de próstata se caracterizan por un desarrollo lento cuando se diagnostica en una etapa temprana y no causan síntomas. Por el contrario, casi siempre está demasiado avanzado para curarse si el diagnóstico es tardío.

El riesgo de contraer cáncer de próstata aumenta con la edad. Se aconseja realizar controles prostáticos de modo periódico a partir de los 50 años (45 si existen antecedentes familiares). Debido al desarrollo de herramientas de diagnóstico y una mayor esperanza de vida, ahora se detectan más cánceres de próstata y a edades más tempranas.

La tasa de supervivencia del cáncer de próstata en Europa es relativamente alta y sigue aumentando. Afortunadamente un 80% de los varones diagnosticados de esta enfermedad siguen vivos a los 10 años del diagnóstico, gracias a la eficacia de los tratamientos disponibles y a la menor agresividad por un diagnóstico más precoz.

En nuestro país se estima que se producen en torno a 33.000 nuevos diagnósticos cada año, mientras que el número de fallecidos a causa está cercana a los 6.000.

Tratamiento quirúrgico

La prostatectomía radical es la cirugía que consigue la curación del cáncer de próstata cuando este está confinado a la próstata. Actualmente representa el tratamiento de elección o patrón oro (gold-standard) en el cáncer de próstata. Es una cirugía compleja y requiere un alto nivel de precisión técnica.

En esta operación, el urólogo extirpa la totalidad de la próstata, parte del tejido que rodea la glándula y las vesículas seminales. En algunos casos, cuando la probabilidad de extensión de la enfermedad a los ganglios linfáticos, también se extirpan las adenopatías cercanas durante el mismo acto quirúrgico.

La próstata está rodeada de nervios y estructuras que son importantes para que el paciente pueda tener una función urinaria y sexual normal que se intentan preservar lo máximo posible sin comprometer el resultados oncológico de la cirugía. La ubicación, el tamaño y otras características de su cáncer serán consideradas para diseñar una operación que sea apropiada para su tumor. 

La extirpación quirúrgica de la próstata, presenta una serie de ventajas respecto a otras alternativas (radioterapia, braquiterapia…) que la posicionan como la mejor opción terapéutica:

  • Una vez extirpada la próstata es posible un análisis completo de la misma y por lo tanto un conocimiento exacto del tumor: agresividad, tamaño, extensión, afectación de la grasa periprostática o vesículas seminales así como de los ganglios linfáticos. Esto no es posible con los otros tratamientos.
  • Este mejor conocimiento del tumor nos permite establecer un modelo predictivo de la evolución posterior y hace que el seguimiento sea más sencillo y preciso que cuando se aplica la radioterapia.
  • Recordar que muchos pacientes presentan un problema de obstrucción, esencialmente por el crecimiento prostático, que en ocasiones conduce a imposibilidad para la micción. Esta obstrucción desaparece al extirpar la próstata. Por el contrario la radioterapia habitualmente agrava el problema obstructivo y puede condicionar una retención permanente de orina.
  • Se evitan los efectos secundarios de la radioterapia: cistitis rádica y proctitis actínica. Esto puede conducir a sangrados espontáneos de la vejiga y el intestino.
  • En ocasiones se produce una recidiva del tumor (reaparición del tumor tras un tratamiento inicial). Esta recurrencia del tumor todavía es curable mediante un retratamiento. Si un paciente se trató inicialmente mediante cirugía puede tratarse de nuevo con radioterapia con muy pocas secuelas. Sin embargo si inicialmente recibió radioterapia la posibilidad de recibir un segundo tratamiento curativo comporta un alto riesgo de complicaciones.

La prostatectomía radical es una técnica de alta complejidad que requiere una alta precisión para minimizar el riesgo de secuelas. Secuelas que pueden afectar de modo significativo y permanente la calidad de vida de los pacientes. La calidad de la cirugía es esencial para lograr resultados satisfactorios tanto del control del cáncer como para evitar secuelas. La precisión es el factor sobre el que debe pivotar el modo de realizar esta cirugía. La precisión viene determinada por la experiencia del cirujano y las herramientas necesarias para poder realizarla.
La prostatectomía radical se puede realizar mediante cirugía abierta, cirugía laparoscópica y cirugía robótica.

  • Cirugía Abierta: En la actualidad la cirugía abierta se realiza en muy pocos Centros por tratarse de una cirugía más agresiva y con menor precisión.
  • Prostatectomía Radical Laparoscópica 3D: se obtienen resultados iguales o superiores a la cirugía abierta pero con el beneficio de la menor agresividad: menor dolor, menor sangrado, rápida recuperación, menores complicaciones y secuelas. Gracias a la visión 3D se consigue una imagen de alta definición logrando una mayor precisión en la cirugía.